Constituyen los materiales áridos de la albañilería, utilizados para dar distintas textura y consistencia a los hormigones y morteros. La arena debe estar limpia incluso de sal. Los cuerpos extraños corrompen la calidad del mortero.
La grava da la resistencia y consistencia al hormigón según el grosor de los granos empleados. Se debe limpiar de restos especialmente arcilla antes de su utilización