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viernes, 3 de septiembre de 2010

Videovigilancia en casa

La seguridad del hogar es un valor cada vez más preciado, especialmente en viviendas situadas en zonas poco transitadas. La instalación de un sistema de videovigilancia puede ser una solución idónea, y así dotar a nuestra morada con una seguridad digna de los mejores casinos.

La videovigilancia consiste en la instalación de diversas cámaras en distintos puntos de la casa, conectadas a una grabadora que hace las veces de servidor central. Ello nos permitirá controlar los movimientos en las diversas estancias, tanto en tiempo real como a posteriori, en la grabación. Además, un sistema de cámaras posee un efecto disuasorio incalculable entre los posibles ladrones de nuestra vivienda.

Para la instalación de un sistema de videovigilancia necesitamos tan solo tantas cámaras como queramos (hasta 16) y un grabador digital de disco duro, en el que se almacenarán todas las imágenes registradas. Lo más sencillo es comenzar con un kit ya preparado, en el que encontraremos los aparatos necesarios.

Si queremos mantener en total secreto el lugar en el que están las cámaras, lo mejor es que nos ocupemos nosotros mismos de la instalación. Ésta es muy sencilla, y no se diferencia en nada de la de una televisión o un home cinema. Únicamente necesitaremos tener claro el recorrido de los cables y las conexiones entre aparatos. Será necesario un destornillador, y quizá un taladro, para fijar la cámara al techo o la pared.

Una vez hecho esto, deberemos llevar los cables desde las cámaras hasta la estancia en la que tengamos el grabador central. Al no llevar audio incorporado, el grosor del cable será bastante pequeño, con lo cual podremos acoplar el cable a las guías y embellecedores por donde podemos tener otros cables, como el del teléfono o la antena de la televisión.

Más atención nos requerirá la parte intangible de la instalación, la del software de la grabadora. Ésta se lleva a cabo en un entorno informático totalmente amigable, en el que no nos será difícil movernos. Como cada fabricante tiene su librillo no entraremos en mayores detalles, pero todos ellos cuentan con manuales y video-guías, y a menudo ponen a nuestra disposición a técnicos que nos puedan ayudar. Entre otras cosas, con la grabadora podremos, obviamente, grabar, pero también reproducir en tiempo real una estancia mientras se graba otra; chequear las grabaciones previas mientras se continúa registrando; conectarla a la red para poder seguir la actividad desde otro ordenador o monitor e instalar un segundo monitor en el que nosotros decidiremos qué mostrar, para ponerlo visible y acentuar el carácter disuasorio del sistema.