El revestimiento se coloca directamente sobre el paramento, ya sea ladrillo o cualquier superficie similar (sin necesidad de revoque), logrando una cobertura homogénea.
Es de rápida colocación, lo que permite cubrir superficies de entre 15 a 20 m2 por día aproximadamente y acelerar los tiempos de obra.
Resulta apto tanto para interior como para exterior.
Aporta un acabado, según el tipo de piedra elegido, rústico, clásico o moderno.
Gracias a sus cualidades estéticas, combina a la perfección con cualquier otro material como madera, vidrio o metales, creando una sensación de confort, elegancia y lujo.
Las placas son hidrófugas, reducen el pasaje del sonido del exterior (acústico) y las variaciones de temperatura del ciclo frío-calor, teniendo efecto de aislante térmico (antitérmico).
Respecto a su comportamiento frente al fuego, es un material incombustible.
Tiene una amplia vida útil y resulta un producto ecológico, dada la posibilidad de reciclado debido al sistema de doble sujección.
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