Si antes el baño era un simple lugar de aseo, y la cocina sólo era para eso, para cocinar, hoy día los baños son casi auténticos spas y zonas de relajación, mientras que las cocinas dejan espacio para comer o reunirse, y muchas veces lo comparten directamente con el comedor. La importancia de ambos espacios ha hecho que actualmente, las soluciones decorativas y funcionales se multipliquen para lograr resultados espectaculares.
En materia de fontanería, hay que saber que la normativa actual prohíbe el empleo de materiales como el plomo o el hierro galvanizado en las instalaciones de ambas estancias. Actualmente lo que se usa es el cobre, que poco a poco va cediendo terreno a los materiales plásticos, que ya hemos tratado alguna vez en nuestro post. El PVC, por su parte, es el protagonista de las redes de saneamiento. En tuberías de gas también se usa el propileno.
A la hora de instalar los sanitarios en el cuarto de baño, vigilaremos que el WC esté lo más cerca posible de la bajante; si lo situamos a más de cuatro metros, podría dar lugar a importantes atascos. La tubería que parte de la taza debe llevar siempre una ligera inclinación hacia la bajante para facilitar la eliminación de las aguas fecales; esto puede implicar el tener que subir ligeramente el pavimento.
En materia de electricidad, no hay que olvidar que debemos respetar siempre (y digo siempre) las medidas de seguridad y distancias establecidas entre los puntos de luz, los enchufes y las tomas de agua, para evitar peligrosos accidentes y descargas. Las zonas del dibujo (fuente e imagen: securibath.com) 1, 2 y 3 corresponden al espacio peligroso (donde no se deben poner puntos de luz ni enchufes), el espacio de protección (con restricciones) y al espacio libre, respectivamente.
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