El sector de la construcción ha sido siempre el colectivo que más accidentes ha padecido por la estructura y funcionalidades de su trabajo.
Nos encontramos en un momento donde todos los agentes sociales, incluidos los operarios, han tomado conciencia de trabajar con seguridad para evitar males mayores. Al empresario le está suponiendo un costre económico añadido, entre equipamientos, planes externos o propios de prevención de riesgos laborales, periodos de formación, etc. No obstante creo que todo el dinero gastado es bien empleado si con ello conseguimos reducir riesgos y salvar vidas.
Las estadísticas hablan de una reducción importante de los accidentes de trabajo, pero todavía estamos por encima de la media europea, algo en lo que también llevamos un retraso importante aunque solucionable.
Y es común ver plataformas elevadoras ( foto ), que permiten trabajar con comodidad y seguridad, han desaparecido de nuestra visión aquellos andamios colgados desde el alero que soportaban pesadas plataformas y los operarios trabajadores.
Incluso aún estando en una plataforma segura, los operarios disponen de sujecciones individuales tipo arnés y en la parte inferior del edificio se colocan mallas anticaídas de objetos y personas.
También es habitual ver operarios trabajando en labores verticales, sujetos con cuerdas pero con cuerda de seguridad añadida que soporta el peso de la persona con suficiente resistencia.
Otrro problema de seguridad, ya no solo de caídas, es la exposición de los operarios al polvo y los ruidos. Por eso es común ver trabajadores con gafas protectoras contra las pequeñas partículas externas y los cascos protectores del ruido intenso y extremo de las máquinas de la construcción.
En definitiva disponemos de las medidas, estamos concienciados pero todavía queda un largo camino por recorrer para erradicar la inseguridad en el trabajo y si no solo tenemos que revisar las estadísticas año tras año.
Creciendo en Cristo Canal "0"
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