Cuando decidimos renovar nuestros ambientes, la pintura de las paredes es uno de las primeras tareas que decidimos llevar a cabo. Sin embargo, previo a elegir el color y el tipo de pintura hay que verificar en que estado se encuentran las superficies.
Pueden haber grietas, golpes, agujeros y otros desperfectos que deben ser adecuadamente tratados para que no estropeen el trabajo final. De varios factores dependerá el tratamiento, uno es el tamaño de la fisura, otro es el tipo de superficie del cual se trate.
Pequeños defectos en las paredes
Una de las opciones mas comunes para arreglar pequeñas grietas es la masilla o pasta tapagrietas. Este producto está especialmente preparado para ser aplicado en forma directa sobre la hendidura. También es posible conseguirlo en polvo. La mayoría de este tipo de productos no tardan demasiado tiempo en secarse. En caso de que la grieta sea muy profunda, la pasta debería ser aplicada en capas sucesivas para evitar su quiebre. Como paso posterior al secado, se debe lijar cuidadosamente con lija fina para obtener un resultado prolijo.
Grietas más profundas
Cuando se trate de grietas de mayor longitud, también puede utilizarse la masilla tapagrietas, o sino, las bandas de fibra de vidrio. Estas bandas se colocan con el aglutinante apropiado sobre las superficies pero también están las autoadhesivas. Las bandas tapagrietas son un poco mas costosas que la masilla pero su aplicación es mas sencilla. Una de sus ventajas es la de no permitir que la grieta se abra nuevamente una vez la pintura haya secado.
Vale destacar que para superficies como madera existen productos tapagrietas en diversos tonos, para cuando esta sea barnizada. La masilla universal y las bandas son ideales para reparar superficies de yeso o cemento ya que se pueden pintar sin problemas.