Las brocas, también llamadas mechas, son utilizadas junto a los taladros para perforar superficies de distintos materiales. En esta nota agruparemos a las brocas según los materiales en las que se utilizan Entonces encontraríamos brocas para madera, para metales y para paredes o mampostería.
Las brocas para madera
La madera, y los distintos tableros para construcción y armado de muebles son quizás los materiales más blandos que tengamos que perforar. Para estos existen gran variedad de brocas según el tipo de madera, espesor y trabajo que deseemos hacer. Pero básicamente las brocas para madera tienen una característica: poseen una punta punzante (punta de inserción) que es la que se clava en la madera para hacer un orificio más preciso.
El trabajo en madera requiere brocas específicas de acuerdo a cada necesidad. Brocas de tres puntas, brocas de pala, o fresadoras, todo depende del trabajo que se realice.
Brocas para metales
La broca más común para metales, pueden ser utilizada como multiuso perforando madera, plástico, ladrillo, revoques y metales blandos o de espesor delgado.
En muchas ocasiones se necesitan brocas que nos brinden mayores prestaciones, para perforar metales de gran espesor o metales duros. En estos casos deben utilizarse mechas con tratamientos especiales como las de HSS rectificada o HSS de titanio.
Brocas para mampostería
Estas bocas las podemos utilizar sobre paredes, superficies de hormigón y concreto. Poseen un punta especial plana de un material muy duro (carburo de wolframio, comúnmente llamado widia). Esta en la que rompe el material a su paso. El uso de percutor en el taladro es indicado para el trabajo en superficies duras con este tipo de broca.
Como todas las mechas se encuentran en distintos anchos (en milímetros) y distintos largos según la necesidad. Las mechas largas se inutilizan para atravesar paredes de lado a lado.
Es conveniente utilizar la broca indicada para que el trabajo sea lo más rápido y eficaz posible, así prolongamos la vida útil de la herramienta.